Nos vemos pronto!!!
Un beso, Esther.
Este blog está destinado al avance que han tenido las Nuevas Tecnologías en nuestro país y espero que les guste mucho...
En su breve visita a Córdoba, invitado por la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica, Emilio "Tenti" Fanfani (62) estuvo a la altura de su bien ganada fama de iconoclasta. Este politólogo y sociólogo orientado al campo educacional es un "ítalo mendocino" nacido en la península y criado en la provincia cuyana. Autor de varios libros, entre los que descuellan La escuela vacía (1995) y El arte del buen maestro (1999), hace dos años sacudió el avispero con La condición docente.
Entre los indicadores volcados en este verdadero manual del malestar educativo en Argentina, "Tenti" Fanfani destapó que 45 por ciento de los maestros (es decir, casi uno de cada dos) se dedicaría a cualquier otra cosa. Esta realidad es consecuente con el descontento y la desorientación del alumnado. "El docente desconoce las culturas juveniles actuales", machaca el investigador.
Aun así, hay escuelas que funcionan y promociones con buenos resultados. Son como "islas felices en un archipiélago de tristeza", compara Fanfani. Apesadumbrado pero no pesimista, insiste con que las soluciones son integrales. Que no habrá mejoría mientras no se invierta más y mejor en recursos humanos. Que hay que estudiar la psicología y los mecanismos de atención y comunicación del niño y el joven actual.
"Muchos profesores ya no pueden sostener 45 minutos de clase, porque los estudiantes se dispersan. Es hora de preguntarse a qué obedece el fenómeno, y si no hay que cambiar de tácticas pedagógicas", dice.
* Más demanda que oferta
–¿Por qué hay tanta producción intelectual en el campo pedagógico, y tan pobres resultados en las aulas?
–Ese problema no es sólo argentino. Hace una década que en Europa llegaron a la conclusión de que la transmisión de conocimientos es la fase más deteriorada del proceso educativo. En todas partes usted ve montañas de papel impreso y gran actividad académica, cuyos enunciados no se trasladan automáticamente a la enseñanza.
–¿No habría que estar más tiempo real con alumnos y maestros, en vez de ponerse a elucubrar teorías generalmente inaplicables?
–Ese planteo es relativo. La realidad señala que en los últimos 30 años la demanda educativa ha sobrepasado a la oferta de manera descomunal. En su generación y la mía no todos iban al colegio, o no todos se recibían. Yo soy el único de mi barrio que fue a la universidad. Antes era algo común, nadie decía nada. Ni siquiera se hablaba de "deserción". Hoy la escolaridad absoluta es una premisa social inamovible. La obligatoriedad se extiende cada vez más. Por eso hay tantos maestros, directores, hasta auxiliares, tratando de aprender a enseñar. Y cómo hacerlo en el contexto actual, cosa que evidentemente no se logra. La respuesta visible es que tenemos unos 70 mil médicos y algo así como 835 mil docentes. Pero también tenemos unos 1.300 institutos de formación docente, que otorgan títulos oficiales. Eso es preocupante. ¿Quién los regula? ¿Quién o cómo controla la calidad del maestro que egresa de esos institutos?
* Producto artesanal
–A diferencia del docente, impresiona que hasta el médico más humilde aplica los avances de su profesión…
–Es así, pero por distintas razones. ¿Qué pasaría si tuviéramos 500 facultades, desperdigadas y escasamente controladas, dedicándose a producir médicos, ingenieros, arquitectos? En cambio, esas carreras se estudian en centros bien visibles, tradicionales, estandarizados. Por eso sus egresados saben lo que hay que saber, o no tienen más remedio que evolucionar. Es la inercia propia de los centros de estudio, y la necesidad de satisfacer el reclamo de pacientes, clientes, lo que sea. ¡Y encima estamos disconformes con la instrucción que reciben!
–En líneas generales, mejoran los indicadores sanitarios y laborales, pero los educativos siguen retrasados.
–Sigamos con la comparación del médico. Cuando ve al enfermo por segunda vez, ya cuenta con una batería de datos que le proporcionaron el bioquímico, el radiólogo, el psicólogo, otro colega, su secretaria, la enfermera, etcétera. Fíjese cuántas personas intervienen en la relación médico-paciente. Hay consultorios rurales donde el médico está solo, pero son casos excepcionales. Y difícilmente esté "solo" en materia de disciplinas sanitarias. En cambio, en Argentina la docencia sigue siendo un producto solitario y prácticamente artesanal.
* Resistencias al cambio
–Pero muchos docentes se resisten a incorporar las mentadas nuevas técnicas de información y comunicación.
–Es un aspecto complejo de resolver, mientras no se haga más inversión y mejor selección en recursos humanos. No cualquiera puede ser maestro, así como a nadie se le pasa por la cabeza que cualquiera puede ser médico. Muchas personas dicen "yo veo sangre y me desmayo". Pues muchas deberían decir "yo veo un chico en un cyber, o mandando mensajitos, y me dan ganas de sacudirlo". En todo caso no deberían ser docentes, porque ese es el mundo del chico de ahora, y más vale que lo aceptemos. Abundan los profesores que no son capaces de mantener la atención del alumno a lo largo de 45 minutos. ¿Significa que las clases deberían ser más cortas, o que habría que cambiar las formas de enseñanza? Pero no todo es resistencia a la innovación. Vuelvo a decir que el problema pasa más por la escasa capacitación del futuro maestro. Nadie le enseña el mundo de la imagen. Psicología es sólo una materia en toda la carrera. El docente, al igual que muchos adultos, desconoce las culturas juveniles actuales. Prefiere decir que "al chico de ahora no le interesa nada". Mentira.
* Abrir cráneos
–Sin embargo, ¿no es evidente el desinterés adolescente por la escuela?
–Tal como está planteada, es lógico que no le interese. Pero la cuestión arranca de mucho antes. A diferencia de cualquier sistema de producción de bienes, cada uno de nosotros participa de su instrucción. No es como ir y comprar un auto, un electrodoméstico, contratar un viaje. Para que funcione, yo tengo que interesarme e involucrarme en mi formación. Alguna vez vamos a tener que encarar este aspecto. Porque el resultado es que nunca tuvimos tantos alumnos, y nunca tanta exclusión.
–¿Qué habría que hacer para motivar y retener al alumno?
–En primer lugar, no se puede mandar a una joven novata a un establecimiento con riesgo social y educativo. Es lo que hacemos. El docente empieza en zonas urbano marginales y, a medida que acumula experiencia termina en el centro, o en colegios con pocos problemas. O sea, exactamente al revés. Es como poner a un médico recién recibido a abrir un cráneo para extirpar un tumor. Por otro lado, tenemos que fijarnos en lo que hacen en Inglaterra, o en México. El maestro está auxiliado por un equipo de deportólogos, animadores, mediadores, etcétera. Si queremos que el chico esté muchas horas en el colegio, no larguemos solo al docente. Esa es otra gran paradoja: los establecimientos de horario extendido están en zonas residenciales, para hijos de clases pudientes. Y los de horario reducido en las áreas pobres o marginales, donde más se necesita sacar al chico de la calle.
Emilio Fanfani, sociólogo educacional.
http://www.educared.org.ar/noticias/comentarios.asp?idn=6320
Educ.ar
Los cambios tecnológicos se dan acompañados de cambios culturales. La incorporación de nuevas tecnologías, por ejemplo, no significa sólo adoptar nuevas herramientas sino que también implica una transformación de los vínculos sociales, otras formas de relacionarse con el espacio y el tiempo, modificaciones en las formas del conocimiento y del pensamiento.
Uno de los objetivos de educ.ar es acompañar a docentes, alumnos, escuelas y otros miembros de la comunidad escolar en esta transformación, para que la escuela pueda evaluar las nuevas perspectivas y seleccionar los mejores aspectos para continuar, reforzar o cambiar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, la gestión o las formas de vincularse con los alumnos, entre otros aspectos.
¿Qué permite internet?
El uso de internet permite a los chicos y a los docentes de todos los niveles educativos acceder a la información de museos y universidades de todo el mundo, a bibliotecas digitales, a simuladores científicos, a mapas, a material multimedia; les permite a alumnos y alumnas ponerse en contacto con expertos o con pares con los mismos intereses, así como dar a conocer sus ideas, opiniones, trabajos o desarrollos a través de sencillos instrumentos de publicación. Todas estas actividades eran difíciles de llevar a cabo en la época previa al surgimiento de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
También en internet...
Pero de la misma manera que se publican contenidos interesantes, en la web hay textos nazis, o que alientan trastornos de la alimentación o el suicidio, pornografía, perversión. De la misma manera que puede ser un espacio para la colaboración entre pares puede ser la vía para que personas con identidad falsa intenten establecer contacto con niños y jóvenes.
Todo esto no significa que los chicos no puedan usar internet: sólo deben saber que en internet cualquiera puede publicar, y que las cosas pueden no ser lo que aparentan.
Material de apoyo para usar internet con algunas precauciones
El cuidado de los chicos cuando usan internet a partir de la capacitación, la responsabilidad y la colaboración entre padres e hijos es el tema del cuadernillo “Los chicos e internet. Para una navegación segura, provechosa y divertida”.
El objetivo es que los padres y los docentes conozcan lo bueno y lo malo de la red y establezcan sobre la base de este saber reglas de uso según sus criterios, en casa y en la escuela.
Treinta y dos páginas con información de los principales portales especializados del mundo;
asesoramiento sobre el tipo de uso de la red más habitual en cada edad;
listas de peligros en cuanto a información, contactos, virus, etc., para proteger a los chicos, a las familias y también a las computadoras;
sugerencias sobre cómo tomar precauciones;
síntomas que deben preocupar y datos que se deben conocer;
opiniones de destacados especialistas sobre el tema;
reflexiones sobre el uso de videojuegos;
reflexiones sobre las consecuencias del nuevo lenguaje que usan los chicos en internet;
la declaración de los e-derechos de los chicos en la red, según Unicef; un pacto para firmar entre padres e hijos para el buen uso de la computadora y la red.
Finalmente queremos aclarar que no se trata de un material definitivo y cerrado, por dos razones:
Se trata de sugerencias, datos, información que cada institución, cada padre y cada madre interpretará y aplicará a su criterio. En internet el cambio permanente es la norma. Todos los días se presentan nuevos desafíos. Desde educ.ar estamos estudiando y revisando estos temas y continuaremos ofreciendo a padres, docentes y alumnos material de apoyo.
Tener o no una computadora y conexión a Internet pueden marcar una enorme diferencia entre los chicos. En esta nota, un panorama para ver qué se está haciendo con el fin de evitar, en lo posible, que las brechas digitales marchen a la par de las sociales.
Las nuevas generaciones tienen incorporada la noción de virtualidad. Nacieron con escenarios saturados de controles remotos, teclados y pantallas. Sin embargo, el contacto con las nuevas tecnologías no es igual para todos.
Algunos chicos tienen acceso a una computadora, otros tienen acceso a algo más importante: al estímulo del pensamiento para utilizar estas herramientas. Las brechas digitales se entrelazan con brechas sociales más profundas. Esta descripción de la realidad es dinámica y hay experiencias que así lo muestran, como este ciberespacio pensado para chicas y chicos que no tienen domicilio real, pero sí dirección electrónica y buscan a través de una PC construir un futuro menos doloroso. "Cuando vivía en la calle, si hacía frío o llovía, pasaba las noches en el cíber porque no tenía otro lugar donde alojarme. Estaba muchas horas frente a la comp. -recuerda Eduardo (17) con sonrisa nerviosa-. Participaba de juegos en red, chateaba, navegaba. Aprendí mirando para todos lados, observando a la gente, preguntando; copiaba a los otros chicos, me metía de un link en otro, navegaba, tenía once años."
Lucas (20) se suma a la entrevista. Considera que estas nuevas tecnologías de la comunicación (TIC) son parte de la vida, aunque no ofrecen las mismas oportunidades para todos. "La gente de la clase más alta –aclara– cree que los más pobres no entienden lo que es una computadora. Pero hoy estas cosas ya están dentro del sistema; el tema es que a los pibes hay que educarlos para que no solamente jueguen".
Eduardo, Cristian, Lucas son algunos de los cien jóvenes que dejaron atrás la situación de calle y hoy asisten a los talleres que se dictan en el Espacio Ciberencuentros, que inauguró recientemente el gobierno porteño en el barrio de Boedo. Lucas explica la importancia que tiene este lugar en sus vidas: "Todos tenemos nuestras historias atrás; lo que importa es lo que estamos haciendo hoy, en el presente y para el futuro, para poder levantarnos".
Las niñas y los niños en situación de calle que pasan muchas horas en los cibercafés gastan un poco menos que el 60% de lo que recaudan en el acceso a las nuevas tecnologías. Juegan, chatean, escuchan música, se comunican, afirman desde la Dirección de Niñez y Adolescencia del gobierno porteño. Muchos tienen dirección de correo electrónico a pesar de no tener una dirección fija. Lucas aporta su visión: "Muchos creen que los pibes de la calle son cavernícolas. Pero ellos saben lo que están haciendo, lo que pasa es que hay que orientarlos, educarlos para que se puedan manifestar en lo que es la tecnología".
Marisa Graham, ex directora de Niñez y Adolescencia del gobierno porteño contextualiza el problema: "La calle es atractiva, seductora, con mucha oferta cultural, gratuita, por ella circula dinero. La pregunta entonces es cómo desintegrar a una niña o un niño de la calle para integrarlo a otro lugar. El gran desafío es descubrir qué compite hoy con la calle y qué les interesa hoy a los chicos".
La respuesta está a la vista: las nuevas tecnologías de la comunicación.
Así surge Ciberencuentros, una iniciativa que cuenta con 15 computadoras, programas que facilitan actividades lúdicas, de aprendizaje y de formación laboral a niñas, niños y adolescentes que cuentan con la orientación de operadores sociales especializados. Incorpora un rincón de lectura, un espacio de nocturnidad y abrigo para casos de necesidad con dos dormitorios, uno para chicos y otro para chicas, baños y cocina. Los chicos llegan allí a través de la "invitación" de los operadores de calle. Víctor Pereira, historiador y sociólogo, director del centro, afirma que "el objetivo es revertir la situación de calle. Cíber es una palabra que le queda chica. Este lugar permite a los chicos salir de la calle, donde está todo mezclado: baño, cama, todo junto; allí las cosas están diferenciadas, hay que aprender ciertas reglas".
Chicos trabajando
Los operadores y talleristas se proponen ir más allá: afirman que los videojuegos les permiten, por ejemplo, conocer el grado de alfabetización de los chicos porque para pasar de nivel, la pantalla da consignas. Si el cibernauta no las sigue, fracasa, no pasa de un nivel a otro. Pereira afirma: "Siempre los estimulamos para que traten de leer y así seguir jugando; es decir que dejen de sentir frustración. Si no podemos solos, pedimos ayuda al programa Puentes Escolares del área de educación de la ciudad. Porque el cíber es un lugar en el que fundamentalmente se enseña y se aprende usando las nuevas tecnologías".
Una vez pasada la primera etapa, el desafío es que los jóvenes manejen softwares complejos de diseño gráfico o animación. Ignacio Porta dicta el taller de fotografía digital para jóvenes de entre 17 y 20 años que atravesaron situación de calle y hoy viven en hogares. "Buscamos el modo de que retomen su pasado, que puedan armar una producción donde plasmen su historia y vean que ahora están en otro lugar. Nosotros les damos una alfabetización digital. De la fotografía pasamos a la fotonovela y nos metemos con la literatura. Tratamos de acompañarlos para que el día de mañana tengan herramientas intelectuales para que sus trabajos no se limiten a lo físico, por más que se formen en oficios como torneros, carpinteros. Son muchos los chicos que usan las computadoras en los cíber comerciales para jugar, navegar, chatear. Yo creo que es bueno que a eso se le pueda sumar un contenido, cosa que no sucede por iniciativa propia. Pero si vos sacás una foto, se la bajás a una computadora, se la mostrás y les decís «te puedo cambiar esto de lugar», entonces el chico entra en el programa y quiere saber más y más y más. En el taller ya hay chicos trabajando en montaje, diseño de imagen y sonido, y otros que volvieron a la escuela y sostienen esta actividad", concluye.
Bruno, otro tallerista que llegó desde Portugal a través de un programa de la Unión Europea, advierte sobre algunos riesgos: la compu puede distraer mucho porque mientras trabajás pueden aparecer mensajes de chat o un video de YouTube. "Dentro de la brecha social hay una brecha digital -dice Gram-. Las TIC son un valor al que todos los chicos tienen que tener acceso, es su derecho y el Estado lo tiene que garantizar. Aquí están las máquinas, conectadas en red, hay Internet, hay juegos, pero, además, hacemos un laburo de derecho a la identidad vinculado al fotolog, el blog, la página. En breve aspiramos a que estos grupos de chicos que están saldando su historia puedan recibir subsidios del programa Por Nosotros para desarrollar pequeños emprendimientos".
Los jóvenes que asisten al cíber tienen proyectos, empiezan a imaginar futuros en los cuales construir sus sueños. A Cristian le gustaría dedicarse al diseño gráfico; Eduardo está seguro de que lo que aprende le va a servir para un trabajo "porque todo lo que se aprende, sirve", y Lucas, mientras sueña con ser musicoterapeuta, reconoce que, hasta que ese momento llegue, se prepara para enseñar a otros pibes. Y dice: "Si logro hacer docencia, puede ser un mensaje: mostrar a dónde puede llegar un pibe del hogar".
Es el mensaje que piden los jóvenes que se dé en esta nota, que las nuevas tecnologías pueden ser caminos para cerrar brechas y abrir horizontes.
http://www.oei.es/noticias/spip.php?article846
UOC Papers. Revista sobre la sociedada del conocimiento. Número 1 - 2005.
Frente a los discursos que anuncian el final de la lectura y la muerte del lector, hay razones para pensar que la lectura va a ser también en la sociedad de la información uno de los instrumentos fundamentales para comunicarnos, pensar, aprender y atribuir sentido a las experiencias propias y ajenas. Sin embargo, hay también pocas dudas de que en este nuevo escenario, y de la mano sobre todo de las tecnologías digitales de la información y la comunicación y los textos electrónicos, se están produciendo cambios importantes en la definición del texto, del autor, del lector, de los modos de leer y de las prácticas de lectura. El concepto mismo de alfabetismo, de lo que significa estar alfabetizado en la cultura escrita, está en proceso de cambio y transformación. Por una parte, el concepto de alfabetismo se expande y, al lado de la alfabetización relativa a la cultura letrada, empiezan a tomar cuerpo otros alfabetismos relacionados con la cultura tecnológica y demás elementos característicos de la sociedad de la información. Por otra parte, junto con esta expansión o ensanchamiento del concepto, se produce una transformación de lo que significa y exige el hecho de estar alfabetizado en la cultura letrada. Internet y los textos electrónicos modifican los elementos básicos que intervienen en los procesos de lectura comprensiva. Ahora bien, la emergencia de nuevos alfabetismos, así como los conocimientos y habilidades que plantea la exigencia del alfabetismo en los textos electrónicos, comporta inexorablemente el riesgo de sus correspondientes analfabetismos. Este riesgo es tanto mayor cuanto que la realidad sobre la que se proyectan estas necesidades de alfabetización sigue estando marcada por graves carencias en el dominio y las prácticas de la lectura entre amplios sectores de la población.
http://www.oei.es/noticias/spip.php?article1030Hace unos años nos preguntábamos: ¿Cómo iniciar a los alumnos más pequeños en el uso del ordenador? ¿qué materiales y programas utilizar? ¿como conseguir que los niños jueguen y trabajen integrando las NNTT de forma natural?. Después de algunos tanteos podemos exponer nuestra experiencia sobre como iniciar a los alumnos de 3 años en el manejo del PC.
No se trata de algo extraordinario sino de compartir los pasos que vamos dando y que evaluamos como positivos esperando que otros centros escolares y otros profesores nos aporten sus descubrimientos.
Contexto
Nuestro colegio es un centro de Infantil y Primaria de la Comunidad de Madrid. Está ubicado en una localidad a 25 km de la capital y en este momento es una población en crecimiento.
La etapa de Ed. Infantil cuenta con 6 aulas de 3, 4 y 5 años con un número de alumnos que oscila entre 20 y 25 alumnos por aula. El profesorado de la etapa está formado por 6 tutores y una profesora de apoyo.
Durante el curso 2000-2001 presentamos un Proyecto de Innovación que nos fue concedido, en el que planteábamos introducir ordenadores en las aulas de Ed infantil, ya que veíamos dificultades en acudir con los alumnos al aula de informática. Con la subvención concedida a este proyecto conseguimos adquirir 2 ordenadores. En este momento contamos pues con esos 2 ordenadores para toda la etapa y con el aula de Informática del centro. Con este material hemos empezado a poner en marcha nuestra integración de las NNTT entre los pequeños del cole.
Un ordenador en el aula
De forma realista y con un criterio de reparto equitativo de recursos, para compartir 2 ordenadores entre 6 aulas hemos establecido un turno de rotación de forma que cada nivel (2 aulas) tiene el PC durante un trimestre escolar. Aunque lo deseable sería poder contar con la máquina todo el curso, de momento no contamos con recursos para ello y alternamos esta circunstancia con la utilización del aula de informática.
Instalamos el ordenador como un elemento más de nuestro material escolar: juegos, pinturas, alfombra... trabajamos con él a veces en grupo, a veces individualmente. El trabajo en grupo consiste en sentarnos en torno al equipo y abrir uno de los programas para visualizarlo y dialogar sobre los conceptos que a través de él se trabajan: parejas, números, narración de cuentos, etc. cuando es oportuno alguno de los alumnos sale a manejar el ratón para responder o avanzar. En otros momentos algunos alumnos trabajan en los mismos contenidos de forma individual.
Los programas utilizados son: Pipo, Pingu y los materiales para Ed. Infantil de EDB. Entendemos que no es necesario variar mucho sino encontrar aquellas propuestas que se adaptan mejor a nuestra programación y centrar la atención de los niños en los contenidos que nos interesa desarrollar.
El aula de Informática adaptada a los más pequeños.
Además de este contacto con el ordenador como un elemento más de la clase, hemos establecido un programa de iniciación contando con las instalaciones informáticas del centro, para ello contamos con un espacio fijo en el horario del aula de informática. En esta hora, la profesora de apoyo del ciclo acude al aula con un número no mayor de 10 alumnos (se realizan desdobles) e inicia con ellos un aprendizaje sistemático de los distintos pasos que nos conducen a la utilización correcta de un equipo.
El comienzo del aprendizaje es siempre en grupo, los alumnos y alumnas se sientan en una alfombra en el suelo delante de uno de los equipos. Se desarrollan los siguientes bloques:
El ordenador está dormido. Despertar al ordenador es conectarlo y esperar pacientemente hasta que da alguna señal por la que podemos reconocer que está preparado (señal sonora de inicio)
El ordenador habla. Para este trabajo de iniciación utilizamos el programa Pipo. Escuchamos la presentación del protagonista, le saludamos, contestamos sus preguntas.
Conocer los iconos. Para familiarizar a los alumnos y alumnas con los iconos, preparamos en cartulina de gran tamaño una reproducción de los iconos o elementos de la pantalla que los niños y niñas deben reconocer y trabajamos con ellos en un tablero.
Control del ratón. para conseguir un manejo correcto del ratón vamos haciendo salir a los alumnos para que realicen determinadas acciones motivadoras como colorear, recorrer, atrapar, etc.
El ordenador juega conmigo, yo juego con el ordenador. En este apartado intentamos que el alumnado comprenda las actividades que el ordenador le propone, para ello dialogamos sobre la propuesta hasta ver que los niños y las niñas saben lo que tienen que hacer.
Por último estamos preparados para sentar a cada alumno frente a una pantalla y dejarle experimentar con ejercicios sencillos lo que hemos aprendido.
La Comisión ha realizado una encuesta a niños de toda Europa para estudiar cómo utilizan los nuevos medios de comunicación. Los resultados muestran que la joven generación de europeos da prácticamente por supuesta la utilización de internet y del teléfono móvil. En general, estos jóvenes conocen también los riesgos que entraña esta utilización. Sin embargo, cuando los menores se encuentran con problemas en línea, sólo recurren a un adulto como último recurso.
«Ésta es la primera vez que se ha preguntado directamente a niños de toda Europa acerca de cómo utilizan las tecnologías en línea, cuánto navegan por diversión y cuánto para hacer sus tareas escolares y cómo hacen frente a los riesgos», ha dicho Viviane Reding, Comisaria de la UE responsable de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación.
«Es alentador ver que los jóvenes europeos han adoptado las tecnologías digitales con tanta confianza. La capacidad de hacer un uso activo de los nuevos medios de comunicación es clave para el desarrollo de una sociedad del conocimiento en Europa. Al mismo tiempo, los resultados de esta encuesta ponen de relieve que Europa necesita medidas activas de educación en medios de comunicación en línea. Asimismo, debemos proseguir nuestra labor de sensibilización, dirigida especialmente a los padres, acerca de las oportunidades y los riesgos que plantean los nuevos medios de comunicación. Cuando está en juego la seguridad de nuestros hijos, no puede haber margen para la complacencia».
Para la encuesta cualitativa de Eurobarómetro fueron entrevistados niños de 9 a 10 y de 12 a 14 años procedentes de los 27 Estados miembros de la UE, además de Noruega e Islandia. Se les hicieron preguntas detalladas acerca de cómo utilizan las tecnologías en línea y cómo reaccionarían ante los problemas y los riesgos que encontrasen al utilizar internet y el teléfono móvil.
La encuesta revela que los niños utilizan las tecnologías de manera muy similar en toda Europa. Los juegos en línea, las búsquedas en internet y la comunicación se consideran las actividades principales en línea, mientras que los jóvenes usuarios del teléfono móvil se sirven de él sobre todo para enviar mensajes de texto y hablar con sus padres y amigos.
La mayoría utiliza internet varias veces al día y tiene también un teléfono móvil propio. La utilización de internet está en cierta medida limitada por los padres, mientras que el uso del teléfono móvil es mucho más libre y está menos supervisado.
Uno de los niños consultados respondió lo siguiente: «Mis padres me dicen que no pase más de una o dos horas, porque me daña los ojos. Me gustaría quedarme más tiempo pero ellos tienen razón». (Niño, 9-10 años, Rumanía)
Los resultados muestran que, en términos generales, los niños saben bien cuáles son los riesgos potenciales en línea, como los que afectan a la seguridad, los virus, el acceso a contenidos no deseados, la usurpación de identidad y el contacto potencialmente peligroso con desconocidos.
«Los piratas informáticos son un peligro, pueden difundir virus que destruyen el disco duro o copiar todo lo que tienes en el ordenador: contraseñas, documentos, etc.». (Niño, 9-10 años, Portugal)
Muchos de ellos saben bien también cuáles son las precauciones que tienen que tomar.
«No hay que dar los datos personales en internet ni el número de teléfono móvil a personas desconocidas». (Niña, 12-14 años, Luxemburgo)
Con todo, algunos niños admitieron haber participado en comportamientos de riesgo y algunos reconocieron haber sido víctimas de hostigamientos y haber mantenido contactos con extraños.
«Me encontré con él en una estación y era un hombre mayor y asqueroso de 44 años. ¡Así que me fui!» (Niño, 12-14 años, Dinamarca)
Aunque los jóvenes conocen los riesgos y las precauciones, la mayoría preferiría intentar resolver el problema por sí mismos o con amigos y sólo hablaría con sus padres como último recurso en los casos más graves.
«Se Io diría a cualquiera menos a mis padres, me daría demasiado miedo que mi madre viera confirmados sus temores y no me dejara entrar en los chats».(Niña, 9-10 años, Alemania)
Los resultados del Eurobarómetro ayudarán a la Comisión a seguir perfeccionando la contribución del plan de acción de la UE para una internet más segura (Safer Internet) a la protección de los niños de toda Europa cuando utilizan internet y el teléfono móvil. Complementa el acuerdo alcanzado por los operadores europeos de telefonía móvil en la primavera de 2007 con la mediación de la Comisión para adoptar medidas de autorregulación encaminadas a proteger a los menores cuando utilizan el teléfono móvil (véase IP/07/139).
http://www.oei.es/noticias/spip.php?article1293